Aurelio Alonso, expresa el sentir de todos en Cuba

La Ventana comparte la opinión del subdirector de la revista Casa de las Américas, a raíz del regreso a Cuba de los tres héroes que permanecían bajo prisión en los Estados Unidos y el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países

Por Aurelio Alonso*

«Hoy estamos cambiando la historia», fue la expresión utilizada por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en su intervención televisada del 17 de diciembre, para ponderar la profundidad de la decisión de normalizar las relaciones de ese país con Cuba. Al acordar con el presidente cubano, Raúl Castro, tan importante paso, Obama mostraba un «gesto de valentía» –al decir de Nicolás Maduro, jefe de Estado de Venezuela– «tal vez el más importante de su presidencia». Desde La Habana, Raúl subrayaba ante la televisión cubana, a la misma hora que, en el acuerdo, Cuba preservaba la fidelidad a sus «ideales de independencia y justicia social», y valoraba la posibilidad de encontrar solución, mediante el diálogo, a numerosos problemas.

 

Aunque no implica la supresión del bloqueo, la normalización de relaciones crea las condiciones para su alivio progresivo. Y aunque no elimina aún la obstrucción al turismo, propiciará la activación de los canales migratorios. Los pasos dados facilitarán otras medidas en el espacio discrecional de la presidencia, permitiendo arreglos comerciales bilaterales sin tener que esperar por una decisión del Congreso que derogue la legislación vigente.

 

Para nosotros los cubanos esta fecha tendrá que ser recordada por abrir la oportunidad de reconstruir un camino de desarrollo, de rescatar incluso un modelo propio de socialismo «próspero y sostenible», e incluso como un escalón esencial para el avance de las relaciones americanas, en la nueva correlación que predomina en el continente, cuyo concierto se ve obstaculizado hoy por el diferendo en torno al reconocimiento de Cuba.

 

El sentido humano que ha prevalecido quedó marcado por la liberación de los tres cubanos que aún cumplían condena en cárceles norteamericanas por sus acciones para prevenir el terrorismo contra la Isla, y en Cuba, del diplomático Alan Gross y de un cubano procesado por espionaje para los Estados Unidos.

 

Ambas partes reconocieron al Papa Francisco y al Gobierno de Canadá su apoyo en la concertación de estas negociaciones. «Ahora tendremos que aprender el arte de convivir de forma civilizada con nuestras diferencias», afirmó el presidente Castro al final de sus palabras.

La Habana, 17 de diciembre de 2014

Fuente: La ventana www.laventana.casa.cult.cu

NOTA

* Aurelio Alonso, Premio Nacional de Ciencias Sociales y Subdirector de la Revista de la Casa de las Américas de Cuba.

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