San Salvador, 17 de julio de 2012.

Estimados miembros de la comunidad de historiadores centroamericanistas:

Somos empleados y usuarios del Archivo General de la Nación (AGN) de El Salvador. Les escribimos para solicitar su solidaridad a favor de la defensa del AGN.

Como algunos de ustedes saben, el Archivo General de la Nación (AGN) de El Salvador funciona en la primera planta del Palacio Nacional, en el centro de San Salvador, desde hace más de 40 años, y en ese tiempo ha estado adscrito a diferentes instancias del Estado. Con el cambio de gobierno, en 2009, se creó la Secretaría de Cultura de la Presidencia (SECULTURA), que heredó las instancias que antes fueron parte del Consejo Salvadoreño para la Cultura y las Artes (CONCULTURA), que estaba bajo la administración del Ministerio de Educación. El AGN, quedó adscrito a SECULTURA, bajo la Dirección de Investigaciones en Cultura y Artes (DNI).

SECULTURA,  tuvo problemas desde el inicio,  entre ellos la designación tardía de la persona encargada de tal Secretaría, al poco tiempo se destituyó a  la titular, se nombró a un nuevo titular en 2010 y hubo otro cambio de titular en 2012.

Hace poco más de una semana, exactamente el día  6 de julio, la Secretaria de Cultura de la Presidencia, Magdalena Granadino, ordenó a la directora del AGN, Claudia Ponce, que desocupe la mitad del espacio que el AGN tiene asignado, porque necesita espacio para desarrollar un proyecto cultural de carácter masivo.

Una reducción del espacio físico del AGN significa:

• Reducción de las áreas de trabajo, obligando a los archivistas a trabajar dentro de los depósitos documentales y en hacinamiento, poniendo en riesgo la salud de los trabajadores y la seguridad de los documentos históricos.
• Cerrar la Sala de Consulta del AGN por falta de espacio (que sería una violación a la Ley de acceso a la información).
• Cerrar el acceso al público de la mitad de los fondos documentales que resguarda el AGN, debido a que el traslado demandaría de un nuevo proceso de organización física que tardaría varios meses.
• Eliminar la modesta capacidad del archivo para recibir documentos históricos en calidad de transferencia de las instituciones públicas.
• Volver a saturar los depósitos documentales, y con ello impedir su acceso y conservación.
• AGN no cumpliría las normas de seguridad que demandan las instancias oficiales encargadas de la gestión de riesgo.

Por todo lo expuesto les solicitamos el apoyo enviando cartas a la Secretaria de Cultura de la Presidencia, Magdalena Granadino (despacho@cultura.gob.sv), para que desista de su plan de echar a andar un proyecto sobre un espacio que ya está ocupado por otra instancia cultural. Enviar las cartas con copia a la directora del AGN, la historiadora Claudia Ponce (cponce@cultura.gob.sv) y a otros historiadores del país, como una forma de presionar. Si pueden hacer públicas sus cartas por medios electrónicos, esa sería una forma más de presión a través de la opinión pública.

Agradecemos el apoyo que nos puedan brindar.

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