5 de noviembre de 2014
Señor
Otto René Granados Roldán, Embajador de Estados Unidos Mexicanos
Presente/ De nuestra consideración:
Nos dirigimos a Usted, y por su intermedio al gobierno de su país porque ya ha transcurrido más de un mes desde la horrible masacre, tortura de ocho jóvenes estudiantes y la desaparición forzada de otros cuarenta y tres normalistas en Iguala, Guerrero, México.
Dichos crímenes de lesa humanidad fueron perpetrados con algún grado de participación de autoridades del Estado, la policía local, a instancias de las autoridades municipales, coludidas con el narcotráfico. Entre los involucrados directos se encuentra el fugado alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, y su esposa cuyos nexos familiares con capos del narcotráfico son de público conocimiento; probablemente, también estaría implicado el ahora renunciado gobernador del estado de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero. Basta leer la prensa para advertir que las acusaciones de colusión con el narcotráfico y corrupción llegan a todas las esferas del Estado mexicano y de sus autoridades. Sigue leyendo