La jura de la Junta de Gobierno Provisoria
Mariano Moreno
La Gaceta de Buenos Aires. 7 de junio de 1810
Nada se presenta más magnífico a la consideración del hombre filósofo, que el espectáculo de un pueblo que elige, sin tumultos, personas que merecen su confianza y a quienes encarga el cuidado de su gobierno. Buenos Aires había dado una lección al mundo entero por la madurez y moderación con que en el Congreso general se examinaron las grandes cuestiones que iban a decidir de su suerte, y el feliz resultado de tan respetable asamblea produjo la augusta ceremonia del juramento solemne, en que se estrecharon los vínculos para la religiosa observancia de lo que la pluralidad había sancionado.