Impedir el vuelo del cóndor. Nostalgias del colonialismo

Carolina Crisorio*

«Sólo quiero decir a algunos países europeos que se liberen del imperio norteamericano, ya no estamos en el tiempo de las colonias». Evo Morales

Los diarios de todo el mundo han reflejado el escandaloso proceder de las grandes potencias, nostálgicas de la era de oro del colonialismo.

La BBC recoge “con objetividad” la información del llamado de la Cancillería francesa a su par boliviana para lamentarse por el incidente (el secuestro del presidente boliviano por sospechar que viajaba con E. Snowden). También destaca la reacción de enojo de los mandatarios latinoamericanos. Asimismo destaca el profundo malestar de José Miguel Insulza, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) por la “falta de respeto” de los gobiernos Francia, Portugal Italia y España. Este acontecimiento está enmarcado en el tembladeral desatado en Europa por la información filtrada por el perseguido Edward Snowden que habría revelado documentos clasificados acerca de las acciones de espionaje estadounidense  a través de sus embajadas incluidas las europeas.  En tal sentido el gobierno francés solicitó a la Unión Europea (UE)   a postergar las negociaciones comerciales con los Estados Unidos, a lo que no está dispuesta la germana Angela Merkel.

En otras palabras, este periódico reflejando las “angry reactions”, de Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Nicolás Maduro (Venezuela), Rafael Correa (Ecuador) y Dilma Rousseff (Brasil),  coloca la cuestión en una suerte de intolerancia de los gobiernos latinoamericanos sin expresar la menor condena de la nostálgica acción colonialista, imperialista y por qué no de la añorada sociedad de castas hispano-colonial. Un miembro de los pueblos originarios ungido presidente que expresa abiertamente sus puntos de vistas críticos. No alcanza con la declaración de Francois Hollande diciendo que dio el permiso ni bien supo que era el avión del presidente boliviano Evo Morales, ¿cómo tardó catorce horas en saber la verdad cuando la noticia dio vueltas por las agencias de noticias y los medios de comunicación durante varias horas? Es preocupante que uno de los países poseedor de armamentos nucleares tarde tanto en conocer la verdad de la situación…

¿Cómo se justifica que el embajador hispano en Viena le solicite al primer mandatario boliviano que le invite a tomar un café a bordo del avión, con el propósito de verificar que no viajaba Snowden?

El ABC de España si bien intentó dar una presentación “objetiva” transcribiendo distintas afirmaciones del primer mandatario boliviano deja sentada su falta de empatía en la manera de transmitir la información: “Consideró que lo sucedido en Europa fue «una abierta provocación al continente» y aseguró: «Nunca nos van a asustar porque somos un pueblo que tiene dignidad y soberanía». «He visto de cerca cómo algunas potencias se unen para seguir planificando políticas que sólo matan de hambre, que sólo hacen guerras, que sólo piensan en ellos» mismos, espetó” (el subrayado es mío).

Más «neutro» fue el tono de CNN en español quien mencionó: “La retención de Morales durante al menos 13 horas en el aeropuerto de Viena, en Austria, ante la sospecha de que Edward Snowden estaba en su avión, causó reacciones de varios países, entre ellos México, quien lamentó el incidente.” También transcribió las palabras de Evo Morales que había asistido a la Cumbre de los Países Exportadores de Gas en la capital de la Federación de Rusia: “No estamos en tiempo de imperios ni colonias, estamos en tiempos de pueblos”, dijo Morales, quien destacó la unidad que sus homónimos de Argentina, Ecuador, Perú y Uruguay tuvieron para manifestar su repudio por las acciones de los pueblos europeos.”

Mientras al repudio se sumaron Surinam (que asiste a la reunión de UNASUR en Bolivia junto a Ecuador, Argentina, Uruguay y Venezuela) Cuba,  Nicaragua, Perú, Rafael Correa en su cuenta de Twitter expresó: “o nos graduamos como colonias o reivindicamos nuestra independencia, soberanía y dignidad. Todos somos Bolivia” @MashiRafael). A su vez Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, twitteó una posición conciliadora: “Nos solidarizamos con Evo Morales porque es inaudito lo que le hicieron pero no permitamos que se convierta en crisis diplomática AL con UE.” (www.elmundo.com). Chile envió “una nota de repudio” (www.lanacion.cl). Mientras el embajador de los Estados Unidos en Paraguay, James Harold Thessin declaró en Asunción que “Paraguay y los Estados Unidos han sido y seguirán siendo socios en la búsqueda de valores compartidos”, en ese país los ”senadores liberales y colorados apoyaron la declaración de solidaridad (con Bolivia), no así repudiar la actitud de los países europeos” (www.abc.py)

No es éste el lugar para discutir si el joven ex agente es un individuo peligrosísimo que debe ser deportado a Estados Unidos para que enfrente todo el peso de la ley, o es un valiente héroe que ha colaborado en el desenmascaramiento de la puesta en práctica nuevamente, de tradicionales mecanismos de espionaje contra los intereses nacionales de casi todos los países del globo.

Lo que hay que destacar es el afloramiento de la prepotencia de los países “más desarrollados” contra uno de los emergentes de los gobiernos latinoamericanos que intentan delinear su propia historia, condicionados por la dependencia económica, científica y tecnológica. Al mismo tiempo, Evo Morales es también el emergente de las voces de Nuestra América profunda, acalladas a partir de la traumática invasión europea a nuestro hemisferio a fines del siglo XV.

 

* Carolina Crisorio es Docente e Investigadora de la Universidad de Buenos Aires. Vicepresidente de ADHILAC Internacional.

 

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