Decreto sobre supresión de honores. Buenos Aires. 1810

6 de diciembre de 1810

Mariano Moreno Secretario de la Primera Junta de Buenos Aires
Mariano Moreno Secretario de la Primera Junta de Buenos Aires

 

Supresión de los honores al Presidente (orden del día).

 

Orden del dia

En vano publicaría esta Junta principios liberales, que hagan apreciar á los pueblos el inestimable don de su libertad, si permitiese la continuación de aquellos prestigios, que por desgracia de la humanidad inventaron los tiranos, para sofocar los sentimientos de la naturaleza. Privada la multitud de luces necesarias, para dar su verdadero valor á todas las cosas; reducida por la condicion de sus tareas á no extender sus meditaciones mas allá de sus primeras necesidades; acostumbrada á ver los magistrados y xefes envueltos en un brillo, que deslumbra á los demas, y los separa de su inmediacion; confunde los inciensos y homenages con la autoridad de los que los disfrutan; y jamas se detiene en buscar á el xefe por los titulos que lo constituyen, sino por el voto y condecoraciones con que siempre lo ha visto distinguido. Sigue leyendo

Carta de Simón Bolívar, Jamaica, Kingston, 6 de septiembre de 1815

Carta de Jamaica

Simón Bolívar (1783, 1830)Kingston, septiembre 6 de 1815

Muy señor mío:

Me apresuro a contestar la carta del 29 del mes pasado que V. me hizo el honor de dirigirme, y yo recibí con la mayor satisfacción.

Derecha: Simón Bolívar (1783, 1830)

Sensible, como debo, al interés que V. ha querido tomar por la suerte de mi patria, afligiéndose con ella por los tormentos que padece desde su descubrimiento hasta estos últimos períodos, por parte de sus destructores los españoles, no siento menos el comprometimiento en que me ponen las solícitas demandas que V. me hace, sobre los objetos más importantes de la política americana.

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La tradición democrática y revolucionaria de Mayo

Selección de Documentos. Aportes al debate del Bicentenario

Eduardo Azcuy Ameghino.

Cátedra de Historia Económica y Social Argentina. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Buenos Aires. Argentina. 2008

 

Aspirar al mando exclusivo de las demás provincias y renovar en nuestro continente el sistema metropolitano, adoptado por la anti­gua España, sería un error contrario a los principios que sirven de base a nuestra cons­titución, y a nuestro patriotismo sería un problema; más claro no haríamos más que imitar a los mismos tiranos que detestamos.

Juan José Castelli

 

El país no sería menos infeliz por ser hijos suyos los que gobernasen mal.

Mariano Moreno Sigue leyendo

Convocatoria del Congreso Anfictiónico de Panamá. 1824

Invitación a los Gobiernos de Colombia, México, Río de la Plata, Chile y Guatemala, a formar el

Congreso de Panamá

Lima, 7 de diciembre de 1824

simon.bolivar

Excmo. Señor

Grande y buen amigo:
Después de quince años de sacrificios consagrados a la libertad de América, por obtener el sistema de garantías que, en paz y guerra, sea el escudo de nuestro nuevo destino, es tiempo ya de que los intereses y las relaciones que unen entre sí a las repúblicas americanas, antes colonias españolas, tengan una base fundamental que eternice, si es posible, la duración de estos gobiernos. Sigue leyendo

Manuel Belgrano. Autobiografía

Aubiografía de Manuel Belgrano

Fragmento

Nada importa saber o no la vida de cierta clase de hombres que todos sus trabajos y afanes los han contraído a sí mismos, y ni un solo instante han concedido a los demás; pero la de los hombres públicos, sea cual fuere, debe siempre presentarse, o para que sirva de ejemplo que se imite, o de una lección que retraiga de incidir en sus defectos.

Manuel Belgrano 10

 

Se ha dicho, y dicho muy bien, «que el estudio de lo pasado enseña cómo debe manejarse el hombre en lo presente y porvenir»; porque desengañémonos, la base de nuestras operaciones siempre es la misma, aunque las circunstancias alguna vez la desfiguren.

Yo emprendo escribir mi vida publica -puede ser que mi amor propio acaso me alucine- con el objeto que sea útil a mis paisanos, y también con el de ponerme a cubierto de la maledicencia; porque el único premio a que aspiro por todos mis trabajos, después de lo que espero de la misericordia del Todopoderoso, es conservar el buen nombre que desde mis tiernos años logré en Europa con las gentes con quienes tuve el honor de tratar cuando contaba con una libertad indefinida, estaba entregado a mí mismo, a distancia de dos mil leguas de mis padres, y tenía cuanto necesitaba para satisfacer mis caprichos. Sigue leyendo