Prologo de «La Revolución Interrumpida» de Adolfo Gilly escrito por Sergio Guerra Vilaboy

“Presentación de Sergio Guerra Vilaboy a la edición cubana del libro de Adolfo Gilly: México. La revolución interrumpida, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 2003.

Mas vale tarde que nunca podría decirse de esta edición cubana del valioso y sugerente libro de Adolfo Gilly La revolución interrumpida, editado por primera vez en México en 1971 con el subtítulo de México 1910-1920: una guerra campesina por la tierra y el poder, eliminado este último por su autor para la presente edición corregida y aumentada. Gilly elaboró este texto en la cárcel mexicana de Lecumberri -por ironías de la vida hoy está allí el Archivo General de la Nación-, donde estuvo recluido de 1966 a 1972 por sus actividades revolucionarias.

Tuve la oportunidad de conocer La revolución interrumpida por aquella época, gracias a un amigo mexicano exiliado en Cuba, el periodista Mario Menéndez fundador de Por Esto!. El libro descorrió el velo tendido por la historia oficial sobre muchos acontecimientos y personajes de la Revolución Mexicana al permitir la cabal compresión de la dinámica clasista de ese complicado proceso histórico y la significación real de sus principales figuras, algunas de ellas, como Pancho Villa, condenadas por esta historiografía que lo catalogaba de bandolero al servicio de la “reacción”. Recuerdo que entonces, entusiasmado con esta reveladora obra, editamos en mimeógrafo varios capítulos como material docente para los estudiantes de historia de la Universidad de La Habana.

Para poder comprender el significado que tuvo la aparición de este libro de Gilly hay que remontarse al panorama que entonces predominaba en la historiografía mexicana, que consideraba a la revolución de 1910 como un proceso homogéneo, de carácter popular, campesino, agrarista y nacionalista, surgido a partir del enfrentamiento de los campesinos sin tierra con los latifundistas y que terminó con la caída de la dictadura  de Porfirio Díaz (1811-1876) y satisfizo después amplias reivindicaciones sociales y nacionales.

Esa imagen parcial e idealizada de la Revolución Mexicana, hecha a conveniencia de los intereses de las clases dominantes y de los gobiernos “revolucionarios” que se sucedieron en el poder tras la promulgación de la Constitución de 1917  -del que sólo el del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940) fue una excepción-, quedó consagrada en obras clásicas como la Breve Historia de la Revolución Mexicana (1960) de Jesús Silva Herzog o la Historia diplomática de la Revolución Mexicana(1958-1959) de Isidro Fabela. Sin duda una importante contribución a la formación de esa visión unilateral de la Revolución Mexicana se debió a la influencia de libros de historiadores anglosajones, especialmente The mexican agrarian revolution (1929) y, sobre todo, de Peace by revolution(1933), ambos de Frank Tannenbaum.

La construcción de la historia oficial de la Revolución Mexicana también fue el resultado de obras ambiciosas como la Historia General de la Revolución Mexicana (1963-1965) de José C. Valadés y la Historia Moderna de México, confeccionada por un grupo de historiadores bajo la dirección de Daniel Cosío Villegas -publicada en 6 gruesos volúmenes en la segunda mitad de la década del cincuenta-, e incluye libros de autores extranjeros al estilo de Francisco I. Madero, apostle of mexican democracy (1955) de Stanley R. Ross y Mexican revolution: génesis under Madero (1952) de Charles C. Cumberland. En sus líneas generales, la imagen edulcorada de la Revolución Mexicana ofrecida en estas obras fue compartida por la naciente historiografía marxista mexicana, que hizo suyos muchos puntos de vista y clichés de la historia tradicional de corte liberal-positivista, de lo que fue expresión la obra Historia de la Revolución Mexicana (1957) de José Mancisidor.

Frente a todas estas versiones se levantó desde fines de los años sesenta una cada vez más abundante producción de historiadores, sociólogos y cientistas sociales, descontentos con la situación socioeconómica y política de México y compulsados por el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y la brutal represión gubernamental al movimiento estudiantil mexicano (1968). Esta literatura histórica fue la encargada de revisar la visión establecida de la Revolución Mexicana, romper esquemas y echar abajo viejos tabúes, con profundos y rigurosos estudios revalorativos sobre determinados aspectos de ese complejo proceso. Entre estos autores nacionales y extranjeros figuran John Womack, Francois Xavier Guerra, Alperovich y Rudenko,  Héctor Aguilar Camin, Lorenzo Meyer, Eugenia Meyer, Arturo Warman,, Paul Friedrich, Carlos Martínez Assad, Arnaldo Córdova, Jean Meyer, Friederich Katz, Enrique Semo, y Armando Bartra, por sólo mencionar a los más representativos. Sus textos no sólo insuflaron vitalidad a la historiografía sobre la Revolución Mexicana con nuevos temas y fuentes, sino que también contribuyeron a modificar los mitos y caracterizaciones prevalecientes sobre el movimiento revolucionario iniciado en 1910, cuestionando sus resultados y significación a partir de diversos puntos de vista políticos, teóricos y metodológicos.

Una obra precursora de este revisionismo historiográfico fue precisamente La revolución interrumpida de Adolfo Gilly, que reinterpretó la Revolución Mexicana desde una perspectiva marxista original y antidogmática. Gracias a este libro desacralizador, desde entonces contamos con una visión crítica de la Revolución Mexicana que supera las historias descriptivas tradicionales y el mecanicismo y los lugares comunes de la primitiva historiografía marxista.

Adolfo Gilly es un conocido intelectual y político mexicano nacido en Buenos Aires (Argentina) en 1928. Desde 1979 es profesor de la División de Estudios de Postgrado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de México (UNAM). Con frecuencia artículos suyos aparecen en el periódico La Jornada y la revista Nexos. También ha sido asesor de Cuahtémoc Cárdenas, líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de México. Entre sus obras más recientes se destacan Nuestra caída en la modernidad (1989), El cardenismo. Una utopía mexicana(1994), Chiapas: la razón ardiente (1997); Pasiones cardinales (2001) y El siglo del relámpago. Siete ensayos sobre el siglo XX (2002).

La revolución interrumpida, como el propio Gilly reconoce en sus palabras preliminares, no se fundamenta en una investigación histórica en fuentes vírgenes, ni ofrece nuevos elementos informativos. Sus aportaciones apuntan en otra dirección: a un enjundioso reanálisis, matizado, imaginativo y desenfadado, de la Revolución Mexicana que subvierte completamente el consagrado en los tradicionales libros de Historia. Su particular versión de la Revolución Mexicana no fue elaborada para satisfacer simples inquietudes académicas o intelectuales, pues sus motivaciones políticas inmediatas están claramente a la vista.

Para lograr esta esclarecedora visión de la Revolución Mexicana, Gilly supo aplicar creadoramente, como proponía Mariátegui, el escalpelo marxista al estudio de ese complicado periodo de la historia de México, respaldando sus singulares interpretaciones con un sostenido contrapunteo, a todo lo largo de su exposición, con tesis de Marx, Engels, Lenin, Rosa Luxemburgo y Trotsky, a quien cita profusamente en correspondencia con su antigua militancia en la IV Internacional. Debido a que la versión original fue escrita, como se ha dicho, en prisión, las numerosas citas y datos que ofrece lamentablemente no están debidamente referenciados y tampoco aparece un listado bibliográfico que nos permita evaluar las fuentes utilizadas. No obstante, para la presente edición, basada en la última publicada en México (1994), el autor ha actualizado determinados pasajes, suprimido algunos y ampliado otros, valiéndose de bibliografía más reciente, a las que alude y comenta en abundantes notas.

A pesar del tiempo transcurrido desde su aparición, hace ya más de treinta años, La revolución interrumpida de Adolfo Gilly sigue siendo un libro de consulta indispensable para todo aquel que quiere entender, desde la perspectiva marxista, la historia oculta de la Revolución Mexicana. Esta obra ya clásica, sin duda impresionará a los lectores por la calidad de su prosa, la belleza de sus imágenes y la fuerza de sus argumentos.

Publicado por ADHILAC Internacional © www.adhilac.com.ar

Si Ud. desea asociarse de acuerdo a los Estatutos de ADHILAC (ver) complete el siguiente formulario (ver)

E-mail: info@adhilac.com.ar

Twitter: @AdhilacInfo

Ver Presentación de ADHILAC

QUIENES SOMOS

DIRECTIVA DE ADHILAC INTERNACIONAL

Estatutos de ADHILAC

SOCIXS: TODO LO QUE HAY QUE SABER

ARIADNA TUCMA REVISTA LATINOAMERICANA

TWITTER @AdilacInfo

OTROS TEMAS DE INTERES:

Declaración de Caracas de ADHILAC (2007)

ADHILAC: Historia – Historidorxs

Historia de ADHILAC

ADHILAC 20 años después (1974-1994)

ADHILAC: Miembrxs fundadores

ADHILAC: Historiadorxs Destacadxs

BICENTENARIO

BIBLIOTECA

ENLACES