Bicentenario. ¿Qué hay por detrás de la Marcha de los Pueblos Originarios?

Los pueblos originarios de la República Argentina decidieron festejar a su manera el Bicentenario

Informe: Carolina Crisorio

Marcha Bicente mayo 10 - 11

Sin renegar del sentido del festejo, los  pueblos originarios quisieron poner de manifiesto sus propios reclamos. Se organizaron tres columnas que partieron del Noreste, Noroeste y Sur y que convergieron en la ciudad capital.

En la Marcha de los Pueblos Originarios participaron todo tipo de organizaciones comunitarias, socio-culturales y políticas de los pueblos y naciones originarias. Algunos caminaron más de dos mil kilómetros antes de arribar a la histórica Plaza de Mayo. A lo largo de su recorrido tuvieron varios puntos de encuentro en las principales ciudades como Jujuy, Tucumán o Córdoba. Su largo viaje de autoafirmación identitaria culminó cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner los recibió. Es la primera vez que quien ejerce tal cargo los recibe en la Casa Rosada en su carácter de dirigentes.  Ellos llegaron hasta allí con una larga lucha de más de cinco siglos, solicitando que el Estado nacional los apoye en el reconocimiento a sus derechos.

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Un largo camino

La resistencia de los pueblos originarios a la invasión europea fue variada pero siempre sangrienta y dolorosa. Algunos fueron dominados más rápidamente. Otros, como los pueblos de los valles Calchaquíes resistieron más tiempo. Uno de los pueblos más que batalla dio fue el de los Quilmes. Vencidos una parte importante de la comunidad fue obligada a recorrer poco menos de dos kilómetros desde la provincia de Tucumán al noroeste de la actual Argentina hasta Buenos Aires. En la actualidad cuando escuchamos Quilmes pensamos en la cerveza que lleva su nombre y desconocemos que una parte del pueblo de los Quilmes reclama la devolución de sus territorios ancestrales. Por último, existieron pueblos y naciones que no pudieron ser sometidos por la administración colonial, pero sí fueron derrotados y prácticamente fagocitados en la etapa republicana. La expansión hacia el sur se inició con los primeros gobiernos patrios y prácticamente culminó con la ocupación de la Patagonia hacia fines del siglo XIX dejando un saldo luctuoso. En la actualidad las comunidades originarias piden que se reconozca la guerra de exterminio a la que fueron sometidos y que las estatuas del general vencedor – el luego presidente Julio Argentino Roca – sean desplazadas de los puntos destacados de las ciudades (por ejemplo Buenos Aires y San Carlos de Bariloche). Por su parte, la incorporación del noreste se extendió hasta principios del siglo XX.

Roca-Bariloche

Repudios en la estatua del ex presidente Julio A. Roca

San Carlos de Bariloche. Argentina

Desde la etapa colonial los pueblos originarios lucharon por sus derechos. En muchas ocasiones las leyes que garantizaban esos derechos en la práctica no se cumplieron.

A fines del siglo XVIII Tomás Katari caminó unos dos mil kilómetros acompañado de Tomás Acha para reclamar por su derecho a cobrar impuestos de los que se apropiaba el corregidor. (1)

En el siglo XX un verdadero hito lo constituyó un reclamo del pueblo Kolla de Salta, provincia al noroeste de la Argentina, que dio un lugar a una larga marcha.

El Malón de la Paz

«El 31 de agosto de 1945 un numeroso grupo de dirigentes indígenas de la Puna, solicitó por nota  al entonces Consejo Agrario Nacional que se restituyesen las tierras al dominio de las comunidades aborígenes, conforme la ley 880 de 1930 y la ley 1835: «Nuestros padres, al igual que el resto de los argentinos en la República, han derramado su sangre por la causa de nuestra independencia. Sin embargo, La Constitución Nacional no rige para nosotros los aborígenes. Desde que fuimos despojados de nuestras tierras, hemos perdido la condición de hombres libres. En nombre de Dios rogamos a usted que nos libre de la esclavitud, expropiando la tierra y devolviéndola para el uso y goce de las comunidades indígenas, como lo establece la ley de 1835». El organismo gestionó ante la Secretaría de Trabajo y Previsión   apoyo y fondos para realizar los estudios para la expropiación. El 17 de enero el presidente Farrel dictó el Decreto de Expropiación. Pero el engaño estaba en marcha… ese mismo año el Consejo Agrario Nacional pasó a depender del Banco de la Nación, dirigidos por «apellidos»  contrarios a la expropiación. Ellos demoraron la concreción de las expropiaciones e incluso la autorización para depositar un cheque que ya estaba firmado.»

«Un nombre resalta en esta lucha, el del teniente de ingenieros retirado Mario Augusto Bertonasco (2). Trabajó junto a los mapuches en el wallmapu por sus reclamos territoriales y posteriormente se trasladó a Jujuy y a Orán, en Salta. Al ver la miseria de esos indígenas que el estado considera argentinos que lo son solo a la hora de votar,   comenzó a organizar entre los puneños y vallistas, un malón que el denominó «El Malón de la Paz», cuyo objetivo era caminar hasta Buenos Aires para pedir que la justicia social alcance a los pueblos indígenas del norte argentino. Con fe en la Pachamama se dispusieron a marchar al son de la quena y la caja.»

«El malón tuvo su punto de partida el 15 de mayo de 1946 en Abra Pampa en Jujuy, pasando por Casabindo, Colorados, Tumbaya, Volcán, Yala y Jujuy, donde arribaron el 24 de mayo. Allí se les unió la otra columna de hermanos kollas que venía de Orán (Finca San Andrés) y de Iruya (Finca Santiago). los salteños venían en mulas. Los puneños venían a pie. En total fueron 174 caminantes. El 26 de Mayo, partió el malón rumbo a Salta y luego a Tucumán, donde arribaron el 9 de junio , apoyados solidariamente por los trabajadores.  El 22 de junio arribaron a Córdoba y luego a Rosario.  Entre ellos caminaba Ascencio Miranda, de 86 años de edad, y Narcizo López, de entonces 7 años.»

» En Pergamino se creó una Comisión de Vecinos para recibirlos, juntando alimentos y ropa  para que el resto del camino a la Capital se realice sin problemas. A Pergamino arribaron el 21 de julio, siendo recibidos por sesenta mil personas, las autoridades municipales y agricultores del lugar.»(2)

A medida que la columna avanzaba fueron recibiendo numerosas adhesiones cruzando por grandes ciudades como Rosario, San Nicolás, Luján. hasta llegar a Buenos Aires el día 3 de agosto de 1946. Fueron alojados en el Hotel de Inmigrantes y recibidos por el Director de «Protección al Aborigen». Si bien fueron bien recibidos, los reclamos de los Kolla ponía en peligro la legitimidad de los grandes propietarios de gran parte del territorio nacional. Por ello se sucedieron algunas provocaciones. Finalmente, merced a las presiones ejercidas por los sectores más poderosos el gobierno cedió y decidió expulsarlos.

«El 27 de agosto este decidió el regreso de los kollas. Fuerzas de la Prefectura, obligaron a los indígenas a embarcarse en un tren por orden del gobierno. Dionisio Viviano, diputado kolla por Jujuy interpone un recurso de hábeas corpus. Los kollas resisten. A medianoche llega al Hotel de Inmigrantes la Policía Federal, arrojando gases lacrimógenos, mientras los indígenas resisten al grito de «Perón, Perón!». Al ser subidos al tren rompen las ventanillas, pidiendo que venga el teniente Bertonasco. Teobaldo Flores y Exaltación Flores  líderes de los kollas de Oran se arrojan del tren. Querían ver a Bertonasco, quien se fue del Hotel de Inmigrantes negándose a dar la orden de partida. También se arrojaron del tren Ciriaco Condorí y otros, quienes se reunieron con Bertonasco  y el diputado Dionisio para iniciar una serie de gestiones, abrazándose en llanto.»

«Al llegar el tren a la ciudades de Rosario y Córdoba, fue rodeado por la policía para impedir que los kollas bajen del ferrocarril. El 30 de agosto, Bertonasco envía un telegrama a Perón, negando que el buscara cargo político alguno, y reafirmando su lucha en favor de los indígenas para terminar con su explotación milenaria. La prensa porteña lo acusó de ambiciones políticas, en virtud de un sobre lacrado entregado por los kollas a Perón en el que se pedía la intervención de la Dirección de Protección al Aborigen.»

«El 30 de agosto, la Corte Suprema de la Nación rechaza el recurso de habeas corpus presentado por Dionisio Viviano, por «no corresponder originariamente a la Corte intervenir en el mismo».»

«El Sindicato de Obreros Marroquineros repudia los hechos mediante un comunicado donde expresa que «Nosotros los marroquineros, como todos los obreros y el pueblo, estábamos seguros de que había llegado el fin del despotismo de los negreros del norte. Alentamos a estos parias desamparados, los recibimos con abrazos y alimentos para  que lleguen a la meta. Llegaron y, que pasó? No lo podemos concebir: cien policías a la una y treinta de la madrugada a empellones los fletaron. Los obreros queremos saber inmediatamente quien tiene la culpa, quienes fueron los traidores a nuestros campesinos».»
«El 3 de septiembre el tren pasa por Jujuy sin detenerse. Los kollas son «custodiados» por 25 agentes de la Policía Federal.»
«El 2 de octubre el hermano kolla Teófilo Gonza declara al diario Critica: «Nosotros estábamos muy creídos que con este gobierno todo acabaría. Nos decían que nos van a entregar las tierras de nuestro pasado. El señor Tanco vino a las fincas el 8 de febrero, pocos días antes de la elección, con el señor Iturbe. Ahora uno es senador y el otro gobernador. Nosotros pusimos los votos. Pero ya no nos atiende».»
Historia de la Marcha de la Paz I. Canal 7. TV PUBLICA. Argentina
» El 30 de noviembre, Perón declara que los integrantes del Malón de la Paz «no representaban las inquietudes ni las aspiraciones de los auténticos habitantes indígenas de nuestro norte». Dijo que el Congreso sancionaría una ley que contemple las necesidades de los indígenas. Negó inclusive que hayan venido caminando, sino que vinieron, según el, en trenes y algunos vehículos a motor. Algunos de esos kollas, en su particular versión de los hechos, habían nacido en el norte de la provincia de Buenos Aires, y en general, no querían regresar a su tierra, «explotando los perfiles pintorescos de su viaje y de su vestimenta». (Diario   Democracia).» (3)
Finalmente en 1949 el gobierno de Juan Domingo Perón expropió algunas tierras de la puna y quebrada de Humahuaca para entregarlas a sus ocupantes originarios lo cual nunca se cumplió.

A principios de 1983 en la provincia de Salta, al noroeste del país, algunos carteles despintados y oxidados rezaban: «Patrimonio histórico». Indicaban algunos yacimientos arqueológicos de valor imposible de calcular. Sin embargo lo único que existía a la vista eran grandes campos cultivados y alambrados propiedad de la rancia oligarquía provincial. Ni los derechos de los pueblos originarios se respetaba ni se resguardaba el patrimonio histórico-cultural. El país apenas estaba recuperando su democracia luego de la más feroz dictadura de su historia.
Historia de la Marcha de la Paz II. Canal 7. TV PUBLICA. Argentina

La Constitución de 1994

Con todas las limitaciones del caso, la reforma constitucional de 1994 abrió una puerta a las reivindicaciones de los pueblos originarios. En su Artículo 75 establece que los mismos pueden:
«Disponer del uso y de la enajenación de las tierras de propiedad nacional» (Inciso 5)
Además los Estados (nacional y provinciales) deben:
«Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación biligüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible, ni susceptible del gravámenes o embargo. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afectan. Las provincias pueden ejercer concurrenemente estas atribuciones.» (Inciso 17)
Por otra parte la Carta Suprema deja establecido que la República Argentina ha suscrito y reconoce:
«La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de los Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer; la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los Derechos del Niño; en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional…»
Sin embargo, aunque la nueva Constitución Nacional ha legitimado los derechos ancestrales de los pueblos originarios la mayoría de los gobiernos provinciales no han cumplido con la entrega de los títulos de propiedad colectivos.

En el caso de los Kolla en la provincia de Salta, en la primera década de los 123 títulos solicitados sólo se habían entregado 7. En 2003 la Comisión de Participación Indígena (CPI) promovió una acción de amparo que obtuvo una sentencia favorable el 2 de mayo de 2006. El fallo exigía que la provincia entregara los títulos de propiedad comunitaria en quince meses pero esta decisión no fue cumplida. (5)

El 12 de octubre

Para los pueblos originarios este no puede ser un día de júbilo cuando tantos miles y miles murieron violentamente o sufrieron la desestructuración socio-cultural y política que le impusieron los vencedores, sin tomar en cuenta las consecuencias a largo plazo: opresión, transformación brutal en mano de obra forzada, desplazamiento de sus lugares de origen, transculturación, etc.
En tal sentido, el 11 de octubre de 2007 el Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) presentó un proyecto de decreto para que el feriado nacional del 12 de octubre en lugar de llamarse «Día de la Raza» pasara a ser el «Día de la Diversidad Cultural Americana». La presidente de INADI María José Lubertino y el subsecretario de Promoción y Protección de Derechos Humanos, Rodolfo Mattarollo invitaron entre otros al escritor Osvaldo Bayer, conocido por sus investigaciones sobre la Patagonia (la represión obrera de  y a los dirigentes Gregory Sánchez (Movimiento Indoamericano), Sandra Painefilú (Pueblo Mapuche), Eulogio Frites (Presidente de la Comisión de Juristas Indígenas) y Octorina Zamora (Comunidad Wichi). (6)

En 2010 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner envió un proyecto solicitando para que el «Día de la Raza» pasara a llamarse «Dia del Respeto a la Diversidad Cultural».(7) La Sala de Prensa de la Casa Rosada emitió un comunicado en el que decía que el director del INADI:

«Claudio Morgado manifestó su apoyo a la iniciativa que presentó este 13 de septiembre el Ejecutivo Nacional y señaló que “desde el INADI hemos trabajado para que se cambie esta denominación que desconocía a los pueblos originarios de nuestra región, su cultura y su existencia».

«Nuestro respaldo se sustenta en la recomendación Nº 84 del Plan Nacional contra la Discriminación, que indica transformar el 12 de Octubre en un día de reflexión histórica y de diálogo intercultural. Es imprescindible revalorizar las culturas originarias de América, tanto en su faz histórica como presente, reconociendo la diversidad cultural», subrayó Morgado.»

«Y consideró que «este cambio en el significado de la efeméride armonizará la legislación nacional con el derecho de los pueblos indígenas, consagrando y reconociendo que los derechos humanos tienen los caracteres de universalidad, indivisibilidad e interdependencia”.

» El Inadi sostiene , entonces, que el proyecto es una continuidad de medidas que buscan la visibilización y el reconocimiento de los pueblos originarios, y que está en consonancia tanto con la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial y de la Constitución Nacional, que reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos.» (9)

El uso del suelo

Uno de los reclamos más repetidos es que se resguarde el uso de las tierras de las comunidades. En tal sentido, se pide que en caso de tener recursos en el subsuelo que el Estado nacional desee utilizar, se debe consultar a las comunidades. Para ello se recuerda el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor de la comunidad de Saramaka para que la empresa Goldcorp/Montana Exploradora de Guatemala SA suspendiera la explotación minera por la posible contaminación del agua para consumo humano de esa comunidad. (10)

Resignificando el Pasado: Propuestas a futuro

«No estamos contra el festejo del Bicentenario, pero queremos que reconozcan que antes de la llegada de los conquistadores ya estábamos aquí.» «No vinimos para lamentarnos. Venimos con propuestas concretas». Con estas y otras frases contundentes los principales dirigentes fueron recibidos por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada, mientras una multitud colmaba la Plaza de Mayo.
Entre los principales reclamos, los pueblos originarios exigen que se impulse la creación de un Estado plurinacional. Asimismo, desean que se produzca una reparación territorial, restituyendoles tierras y suficientes para su medio de vida. Para ello recuerdan que el Estado nacional cuenta con numerosos territorios asignados a las fuerzas armadas, a los parques nacionales, a las universidades etc. Otro punto importante es la protección del medio ambiente, dado que el avance de la frontera agrícola, en las últimas décadas la soja (soya) y la explotación forestal favorecen un cambio climático negativo.
También desean que se cumpla con el mandato de brindar educación bilingüe en sus comunidades, obtener la autonomía política y, como se ha mencionado, cambiar el sentido del 12 de octubre.
El Bicentenario exige avanzar en todos los aspectos que quedaron pendientes en el momento de las luchas por la Independencia de Nuestra América. Pocos dirigentes revolucionarios tomaron medidas para atender la explotación de los pueblos originarios como Mariano Moreno, Manuel Belgrano o Juan José Castelli. Una manera de abordar esta problemática es crear los mecanismos de participación democrática de estas comunidades creando los canales necesarios con los cuerpos legislativos, judiciales y el ejecutivo de las provincias y la nación.
NOTAS
(1) Ver Colección Pedro De Angelis La Rebelión de José G. Túpac Amaru  Buenos Aires. Editorial Plus Ultra. 1971. Tomo VII
(2) Zamudio, Teodora: Historias de luchas de los pueblos indígenas argentinos. www.indigenas.bioetica.org/nota14.htm. Última modificación: 11 de Mayo de 2008.
(3) Su padre participó en la conquista de la Patagonia y su madre era indígena. Se sintió conmovido por los reclamos de los kolla y se comprometió a ayudarlos.
(4) Zamudio: Opus cit.
(5) «Aquel Malón estos cautivos». Página 12. 1ro de agosto de 2006. http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-70807-2006-08-01.html
(6) Página 12, 12 octubre de 2007.
(7) Idem ibidem.
(8) El proyecto presentado ampliaba los feriados a 15, restableciendo el carnaval y fijando el Dia del Respeto a la Diversidad Cultural como el segundo lunes de octubre. Hasta el momento, octubre de 2010 permanece en estudio.
(9) http://www.prensa.argentina.ar/2010/09/29/12332-inadi-apoya-que-el-12-de-octubre-ya-no-sea-el-dia-de-la-raza.php
(10) «El caso del Pueblo Saramaka» en Pluriculturalidad jurídica en Guatemala. http://pluriculturalidadjuridica.blogspot.com/2008/06/el-caso-del-pueblo-saramaka.html

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