Entrevista al historiador argentino León Pomer. Marzo de 2011

Entrevista realizada en Paraguay

Por Fátima E. Rodríguez

León Pomer y la cronista Fátima E. Rodríguez de Apé Paraguay

30 de marzo de 2011, Apé Paraguay.

“Sacame del lado que tengo pelos ¡Te lo advierto!”, bromea con el fotógrafo un hombre de pelo blanco y de voz potente. Es una entrevista rápida en uno de los sillones del Hotel del Paraguay.

Las conversaciones de algunas personas que lo esperan en otro grupo de sillones y los otros huéspedes que pasan por el pasillo, no atormentan su buen humor.

León Pomer, historiador argentino, conversa con Ápe Paraguay. Es autor de cuatro libros en dónde refiere al Paraguay y su lucha como pueblo:

1-Nuestra lucha contra ese soldado;
2- Historias da América hispano-indígena;
3- La guerra del Paraguay. Estado, Política y Negocios;
4-Cinco años de Guerra Civil en Argentina.

 

-¿A qué se refería cuando dijo que la Guerra de la Triple Alianza no fue de los Argentinos?

-En Cinco años de Guerra Civil en Argentina se habla de la resistencia en la Argentina a la Guerra de la Triple Alianza. Esa resistencia fue en todo el país. Por supuesto, en Corrientes y el área guaranítica había una cercanía muy grande, una cercanía cultural y étnica inclusive con el pueblo del Paraguay. Porque de alguna forma, provienen de la misma etnia guaranítica. Pero en otras regiones, donde no había ese tipo de relaciones, la gente de pueblo no sentía ninguna necesidad, ningún apego de ir a la guerra, porque no era la guerra de ellos. Entonces, lo que se refiere es que el mismo ejército argentino, que fue enviado al frente para “matar paraguayos”, después fue retirado para matar argentinos.

-¿Por qué se le adjudica la expresión “la guerra de la triple alianza, guerra de la triple infamia”?

-Yo tuve una expresión en un momento dado que “la guerra de la Triple Alianza fue la guerra de la triple infamia” es una expresión peyorativa, porque fue una cosa muy miserable, fue la tentativa de destruir un modelo de desarrollo autónomo que contrastaba con la manera de los países como la Argentina, Brasil que se estaba insertando en un sistema mundial global, signado por la ideología liberal que es la misma que existe hoy.  El hecho de que el estado haya tenido tanta importancia en el Paraguay de Francia y de Carlos Antonio López era considerado una especie de manifestación de barbarie. Es decir, todo lo que no coincidía con el modelo liberal era bárbaro. Un tipo de argumentación que entre comillas es utilizado hoy. A mí me interesa mucho esa comparación para ver la continuidad en los días actuales.

-¿Qué es lo que le llama la atención de la historia del Paraguay?

-El grado de autonomía que habían desarrollado esos tres gobiernos: Francia, Carlos Antonio López y el Mariscal Francisco Solano López. Francia es impresionante. Era implacable con todo aquello que pudiera perjudicar la voluntad de autonomía del Paraguay y sobre todo, aquello que pudiera perjudicar a las masas populares. Porque no era “El paraguay en general”, pero era “el paraguay popular”.

– Richard Allan White sostiene que lo ocurrido en el Paraguay fue una de las pocas, sino  la única revolución independentista autónoma con las características, entre otras cosas de que :

1- En la época de Francia el Paraguay logró autoabastecerse, consolidando la independencia de lo extranjero
2- Tenía su propio modelo de desarrollo y una forma de organización propia: como el tema de las estancias de la patria.

-La palabra independiente no define suficientemente a la situación. Porque la Argentina era un país independiente,  pero no tenía autonomía. No decidía por sí misma. Era formalmente independiente. Tenía su bandera, su himno, elegía sus gobernantes, que respondían al interés de la gran potencia de la época, que era Inglaterra. Entonces, la expresión más ajustada es “independencia con autonomía”. Los griegos habían desarrollado otra palabra que era lo opuesto a la autonomía: existe en el idioma castellano y es heteronomía, cuando la ley se es impuesta desde afuera.  Autonomía es cuando uno mismo dicta la ley que va a regir su conducta.

-Según esos conceptos, ¿puede decirse que nuestros países en Latinoamérica son hoy autónomos en el marco de una economía global?

-En este momento se está tratando como hace mucho, mucho, mucho tiempo no sucedía: En América del Sur hay todo un movimiento  de recuperación de la autonomía y para privilegiar un desarrollo que en primer lugar tome en cuenta a las masas populares más necesitadas, que viven en muchos casos  en situaciones de una miseria que no se justifica. En todos nuestros países siempre hay una pequeña minoría que se apodera de la mayor parte de la riqueza que produce el pueblo durante el año. El PIB, Producto Interno Bruto, que se produce anualmente, una pequeña minoría se apodera del 70% , 89% por ciento. Y a una enorme mayoría, le queda qué? Migajas le queda! Eso es lo que se está tratando de revertir en varios países.El caso de Brasil de Lula por ejemplo es muy interesante: Más de 30 millones de brasileños fueron extraídos de la miseria absoluta y hoy, han podido comprarse una heladera eléctrica, en un país tropical no tener una heladera eléctrica es terrible, ¡se pudre todo! (se ríe). O comprarse una mesa con sillas, o una cama…es básico.

En la Argentina, hubo un avance extraordinario desde el 2003 hasta ahora. El país pegó un salto extraordinario gracias a la política, primero del presidente Néstor Kirchnner y ahora, de Cristina, que es una gran estadista, extremadamente inteligente, culta y linda. Ese es un detalle importante, es linda porque si fuera fea…quién sabe qué hubieran dicho ya! (se mata de risa)

-Eso!  ¡Qué hubieran dicho de ella si no era linda! ¡Y qué picardía la suya…!

-Es que acaba de cumplir 58 años…y ¡quién lo diría!

-En su libro que habla sobre la Guerra de la Triple Alianza, además de las cuestiones de la relación Estado-Estado y lo que implicó eso a nivel de pueblo ¿se habla en algún momento del papel de los legionarios?

-En realidad,  existe una mención muy superficial. Yo tengo en mi archivo mucho material sobre los legionarios que recogí hace muchísimos años. Tengo material sobre los legionarios y muchas otras cosas que no incluí en el libro. El  libro no podía tener una dimensión exagerada, tenía que ceñirse a un determinado propósito, así que tuve que excluir muchas cosas.

-¿Cómo qué cosas?

-En artículos, yo denuncié el papel de los legionarios y el papel de muchos que aprovechaban a los prisioneros paraguayos en la guerra. Llevaban a la Argentina como peones de sus estancias. Escribí artículos sobre eso tanto en Brasil como en Argentina.

-Paraguay es el país que más migración produce en Latinoamérica…

-(interrumpe) No tanto como México. México le gana al Paraguay, tomando la relación con la población. Se calcula que en Estados Unidos va a haber más hispanohablantes que en cualquier país de América en los próximos años y el  90% de ellos son mexicanos.

-Para la Argentina, la migración paraguaya siempre ha significado mano de obra barata y mano de obra calificada también, porque dentro de todo, los obreros paraguayos tienen cierta calificación.

-Mirá, hay sectores de la clase media argentina, para la cual los paraguayos son “paraguas” y los bolivianos son “bolitas” y los argentinos de piel oscura son “cabecitas negras”. Así que el problema no es con los paraguayos o con los bolivianos, es con los sectores populares cuyo color de piel no le satisface…y que son discriminados y son considerados como si  fuera una especie medio sub humana.

-¿El extranjero, el otro, el que viene a invadir y  robar el trabajo…?

-Es el extranjero y no extranjero. Porque los llamados “cabecitas negras” no son extranjeros, son argentinos. Son argentinos, sin  embargo, son “los negros de mierda”. “¡Mirá los negros de mierda  las pretensiones que tienen, viste”, “¡Esa sirvienta de mierda viene con exigencias!”…sí, la exigencia es que en lugar de trabajar 20 horas por día, ella quiere trabajar 8 horas y descansar también. Hay sectores de clase media, importantes, que tienen ese tipo de prejuicios.

-Desde Kirchner hasta hoy hay una política de apertura y de valoración de la migración y hay un esfuerzo de legalizar…pero lo que había sucedido hace poco en Villa Soldati en Buenos Aires, hizo volver a hacer florecer en la televisión a una clase media argentina que criminaliza al extranjero…

-Pero por primera vez, tenemos un gobierno que hace todo lo posible por luchar contra esa cultura de la discriminación, contra argentinos y contra los hermanos de los países vecinos. Vuelvo a repetir, no es solamente contra los extranjeros, la gente de provincias como Santiago del Estero por ejemplo… últimamente se han descubierto que en muchas estancias eran sometidos a una especie de trabajo esclavo. Son argentinos de provincias pobres: Santiago del Estero, Salta, Jujuy. Esto es un problema de clase. Una clase que considera que  quienes somos blancos, hemos accedido a la educación y a un título universitario, entonces somos mejores, somos más inteligentes, más cultos, etc. La realidad demuestra que las cosas no son así, porque Bolivia tiene un presidente indio y Brasil, durante 8 años tuvo un presidente ex tornero mecánico, que además, fue el mejor presidente de la historia del Brasil. Y creo que Evo va  a ser el mejor presidente de Bolivia. Quiere decir que un indio y un obrero han demostrado que no necesita de un título universitario. No es que esté demás el título universitario, pero no es imprescindible. Hay que tener voluntad política y saber rodearse de gente.

-¿Cómo está la academia hoy?… usted que es catedrático. ¿La academia se conecta con la realidad de los tiempos?  ¿Plantea debates y valoraciones que sirvan a la gente para un futuro mejor? No pasa con nosotros, que hayamos tenido que recurrir a tres extranjeros para que nos cuenten la otra historia y nos rescaten y de alguna forma…ya es una señal. El debate que nos plantean sobre Francia, los rescates de nuestros valores, la reivindicación de un pueblo que luchó por un modelo, lastimosamente…es una señal de cómo están nuestras universidades aquí…

-En las universidades argentinas las cosas están divididas. En el campo de los historiadores, que es el que mejor conozco, hay muchos historiadores que siguen con las viejas versiones de la historia. Hay una lucha política ideológica dentro de la universidad y en el campo de la cultura, que en esencia es la misma lucha ideológica que se da en los sindicatos por ejemplo.Hay una clara  separación entre aquellos que defendemos lo nacional popular y aquellos que siempre privilegiaron el interés de una pequeña minoría, generalmente fue obsecuente primero a Inglaterra y luego a Estados Unidos.

Nosotros mantenemos un diferendo muy serio con Inglaterra por las Islas Malvinas, sin embargo, hace poco, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Inglaterra invitó a una comisión, a varios legisladores argentinos a hacer una visita a Londres…Y fueron… muy agasajados y muy contentos, y se sacaron las fotos. En momentos en que la Argentina está reclamando como nunca en todas las Asambleas Mundiales la devolución de las islas Malvinas. Es decir, tenemos traidores, literalmente traidores al interés nacional y  no son pocos. No son mayoría pero no son pocos. Además, tienen instrumentos de mucha influencia, tienen grandes diarios. Diario Clarín y La Nación, por ejemplo y otros diarios menores. Tienen estaciones de televisión. Radios, y tienen decenas de periodistas contratados, que han vendido su alma, a cambio de un buen dinero.Es una lucha cultural tan importante como la lucha por las reivindicaciones económicas. Si no le sacamos a la gente a discutir con la academia,  en un proceso que no va a ser corto, esa especie de colonización mental, va a ser muy difícil avanzar. Entonces, el frente de lucha es un frente total. Que abarca todos los aspectos de la vida social. Y cada uno contribuye a su manera, yo por ejemplo, no tengo ningún acceso a ciertos medios, estoy vedado en ciertos medios como historiador,  pero bueno, no me interesa…

http://www.apeparaguay.org

 

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