La revolución es el fuego: Sergio Guerra Vilaboy y un Premio Extraordinario

Entrevista

Jugar con fuego. Guerra social y utopía en la independencia de América Latina

Este libro de Sergio Guerra Vilaboy recibió  el Premio Extraordinario Bicentenario de la Emancipación Hispanoamericana:

Sergio Guerra acaba de obtener el Premio Extraordinario Bicentenario de la Emancipación Hispanoamericana

Por: HELEN HERNÁNDEZ HORMILLA (cultura@bohemia.co.cu)
Foto: RANDY GONZÁLEZ PAGÉS (foto@bohemia.co.cu)

(23 de febrero de 2010)

 

Si al historiador Sergio Guerra Vilaboy se le pregunta por sus obsesiones, la respuesta hace evidente una constante de vida. “Mi generación tiene una vocación latinoamericanista, y yo, desde finales de la década del 60, me propuse estudiar la historia comparada de esta región, especialmente los procesos de la independencia; porque mientras más leo, más me doy cuenta de que me falta por aprender.”

Cuando el pasado 28 de enero, el jurado integrado por Carmen Bohórquez, de Venezuela, y los cubanos Juan Valdés Paz y Pedro Pablo Rodríguez, acordó por unanimidad otorgar el Premio Extraordinario Bicentenario de la Emancipación Hispanoamericana, convocado por Casa de las Américas dentro de su certamen anual, a la obra Jugar con fuego. Guerra social y utopía en la independencia de América Latina, de Sergio Guerra, en los rostros y aplausos del público se percibió alborozo, pero no sorpresa. “Nadie mejor lo merecía.”, comentaban esa noche prestigiosos intelectuales reunidos junto al Árbol de la vida, en la Sala Guevara de la Casa.

Lo mismo repitieron sus alumnos de la Universidad de La Habana, donde se desempeña como jefe del Departamento de Historia y presidente de la Cátedra Eloy Alfaro; opiniones que se corroboran tan solo al echarle un vistazo a sus libros: Los artesanos en la Revolución latinoamericana. Colombia 1849-1854 (La Habana, 1991); Paraguay: de la independencia a la dominación imperialista. 1811-1870 (La Habana, 1984); El dilema de la independencia, las luchas sociales en la emancipación latinoamericana (La Habana, 2000); Etapas y procesos en la historia de América Latina (México, 1997); América Latina y la independencia de Cuba (Caracas, 1999).

-Parece que la convocatoria le vino como anillo al dedo.

-Al existir un certamen de esa naturaleza, convocado en Cuba, sería casi un crimen no participar. Me lo puse de tarea, pero, al mismo tiempo, quería presentar algo diferente a mis trabajos anteriores. De ahí que este sea un análisis comparado de la lucha independentista latinoamericana. No trata la historia de un país en concreto, ni es una narración cronológica, sino un análisis del proceso en su conjunto, desde la Revolución de Haití en 1790, hasta su culminación en 1824, con la Batalla de Ayacucho y la constitución de los últimos territorios liberados.

“Además, enfatiza en los aspectos sociales de la lucha independentista, algo que la historiografía tradicional ha trabajado poco, pues se han priorizado los enfoques políticos y militares. Otro de los asuntos esenciales es el componente utópico de la lucha independentista, sobre todo desde el punto de vista de la integración. La intención de que la independencia no produjera lo que en definitiva ocurrió: la desmembración del antiguo imperio colonial español, sino que nos mantuviéramos como una gran unidad, tal como aspiraba Bolívar.

“Intenté aclarar el lugar de Cuba en ese proceso, la manera en que el país estuvo vinculado, tanto en contra del movimiento independentista por una parte de la sociedad criolla, como a favor e intentando alcanzar la emancipación, en el caso de la Conspiración de los Soles y Rayos de Bolívar, la Legión del Águila Negra o la Conspiración de Aponte.”

-¿Por qué la emancipación de América Latina fue “jugar con fuego”?

Al estudio de la historia de América Latina ha dedicado el investigador su carrera profesional.

-El título es una provocación a los lectores y remite a uno de los capítulos, donde se aborda la manera en que, en algunos territorios, los españoles alentaron las sublevaciones de esclavos para asustar a la aristocracia criolla; porque, en cierta forma, la Revolución haitiana fue un referente durante todo el proceso emancipador. Estaban jugando con el fuego de la Revolución y se podían quemar. Ahora, el subtítulo guerra social y utopía en la independencia de América Latina, remite a los dos troncos centrales del libro.

-Esa utopía perdida, ¿la estaremos rescatando?

-Durante los procesos de la independencia esa utopía era algo posible, pero sin muchos asideros, pues las contradicciones de la época no lo permitieron. Sin embargo, de no haber utopía, probablemente la independencia no se hubiera alcanzado.

“A 200 años de aquellos acontecimientos, diría que en América Latina precisamente son esos temas los que están puestos sobre la mesa: las luchas sociales y la integración. El Alba es una muestra de esas aspiraciones, las cuales avanzan cada día como una realidad posible.”

-¿Cómo deberíamos pensar este Bicentenario?

-Tales conmemoraciones sirven para reflexionar sobre el momento en el cual nos encontramos. Con el Bicentenario, debemos profundizar en el estudio de quienes nos precedieron, conocer mejor cómo llegamos hasta aquí y comprender el presente de nuestras naciones a la luz de esa historia. Que el conocimiento del pasado nos impulse por un camino de desarrollo, para culminar las tareas de nuestros padres.

“Cuando Martí habló de que la colonia sobrevivió en la República, no desvalorizaba los logros del proceso emancipador latinoamericano de principios del siglo XIX, que permitió alcanzar la independencia política. Pero la frustración posterior, la recolonización por las grandes potencias imperialistas y la penetración del capital extranjero, lo llevó a pensar a finales del siglo XIX en la necesidad de una segunda independencia para eliminar el subdesarrollo y la subordinación económica, fenómenos que persisten hoy en muchos lugares de América Latina. Esas son las misiones de la generación actual. Es lo hoy llamado revolución ciudadana o socialismo del siglo XXI; la misma segunda independencia a la que Martí llamó y ha estado postergada durante más de un siglo.

Nota publicada en http://www.bohemia.cu

http://www.bohemia.cu/2010/02/23/cultura/premio-bicentenario.html

 

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