Un crítico del pensamiento neoliberal
Formado en el pensamiento cepalino de la segunda posguerra escribió La Económica Argentina. Desde sus origenes hasta principios del siglo XXI que revisó a lo largo de varias reediciones desde 1963 brindando un interesante aporte a la Historia Económica.
Fue Ministro de Economía de los gobiernos de facto de Roberto Marcelo Levingston y Alejandro Agustin Lanusse.
Fue el primer Secretario Ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) entre 1967 y 1970. Raúl Alfonsín lo nombró como presidente del Banco Central de la República Argentina (1983-1987). Fue presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica bajo el gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2001). El gobierno de Néstor Kirchner lo nombró como director de ENARSA (1) en 2006. Asimismo particípó del Grupo Fénix desde 2000. (2) Entre sus trabajos se puede mencionar:
– El Estado y el desarrollo económico, Editorial Raigal, Buenos Aires, 1956.
– La posguerra, El Cid Editor, Buenos Aires, 1982.- Poner la casa en orden, El Cid Editor, Buenos Aires, 1984.
– Historia de la Globalización II, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1996.- El Capitalismo Argentino, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1997.
– Hechos y ficciones de la globalización: Argentina y el Mercosur en el sistema internacional, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1997.
– De Cristóbal Colón a Internet: América Latina y la globalización, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2000.
– La Economía Argentina. Desde sus origenes hasta principios del siglo XXI. Fondo De Cultura Económica, Buenos Aires, 2004 (1.ª. Ed. 1963).
– La Densidad Nacional. Ci Capital Intelectual, Buenos Aires, 2005.
A continuación transcribimos el último trabajo publicado acerca del papel de los fondos buitres.
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La negociación con los buitres, por Aldo Ferrer
La cuestión central en el conflicto con los buitres es la respuesta al siguiente interrogante: ¿su resolución es indispensable o solo conveniente para el curso futuro de la economía argentina? En el primer caso, se impondrá la demanda de los buitres y la negociación es, en realidad, una ficción. En el segundo, la negociación es real porque puede no haber acuerdo, si el costo de la demanda de la contraparte es mayor que sus beneficios.
La evidencia es abrumadora en el sentido de que los buitres son un problema de segunda importancia y, por lo tanto, que el arreglo es conveniente pero no indispensable. Por las siguientes razones:
1. En los canjes de 2005 y 2010, Argentina logró la reestructuración de deuda soberana más exitosa de la historia, sin pedirle nada a nadie. Es decir, sin la participación del FMI ni el visto bueno de los mercados financieros. La deuda pendiente no alcanza a 3000 millones de dólares, menos del 8 por ciento del total de la declarada en default en la crisis del 2001. El supuesto aumento de la pendiente a 12.000 millones de dólares, por intereses caídos, ignora que, el pago a los buitres habría desarmado la reestructuración de la deuda e implicado un premio a la especulación y el castigo, a la inmensa mayoría de los inversores, que facilitaron la recuperación de la economía argentina. Estaríamos, otra vez, como en la crisis del 2001.
2. Hace una década que los fondos buitre, tenedores del 50 por ciento de la deuda pendiente, vienen litigando contra el país. Plantearon el embargo de bienes argentinos, en alrededor de 900 demandas en diversos países. El hecho más sonado fue el de la fragata «Libertad». No tuvieron éxito en ningún caso. El país mantiene relaciones económicas normales con todo el mundo. Los buitres son especuladores despreciados en el escenario mundial. Operamos en un orden internacional, dentro del cual la inmunidad soberana de los Estados pone límites a la extrapolación de la jurisdicción de tribunales nacionales sobre terceros países. La razonabilidad de la posición argentina ha sido respaldada por la Asamblea General de las Naciones Unidas y la opinión de los analistas más destacados en el escenario internacional.
3. Los problemas principales de la economía están en la esfera interna: el déficit del comercio de manufacturas de origen industrial y la consecuente restricción externa, la inflación, el desequilibrio fiscal, entre otros. Ninguno se resuelve por el pago a los buitres.
4. El conflicto obedece a la ausencia de normas internacionales para resolver los default de deudas soberanas. La exitosa reestructuración de más del 92 por ciento de la deuda en default, cumple con exceso los límites para la resolución de las quiebras en las jurisdicciones nacionales. Las dificultades de tenedores de deuda reestructurada para recibir los pagos realizados por el gobierno argentino es responsabilidad de quien provoca la interrupción de la cadena de pagos.
5. La suposición que, después del arreglo con los buitres, van a llegar las inversiones, es una ficción. Ningún inversor, argentino o extranjero, que tenga un buen proyecto, deja de realizarlo por el conflicto con los buitres. El buen «clima de inversiones» depende de la gobernabilidad de la economía, la paz social, la seguridad jurídica, los espacios de rentabilidad y el ritmo de transformación de la estructura productiva para incorporar tecnología y agregar valor.
6. El pago a los buitres no es suficiente para que las agencias evaluadoras de riesgo mejoren la calificación de la deuda argentina, con la consecuente baja de la tasa de interés. Es previsible que exigirán, además, un plan económico y financiero respaldado por el FMI.
Es por estas y otras razones, que el acuerdo con los buitres no resuelve ningún problema fundamental ni garantiza la baja de la tasa de interés y la entrada de inversiones extranjeras. En resumen, el acuerdo es útil, porque remueve algunos obstáculos, pero no indispensable.
¿Cuáles deberían ser los límites de la oferta argentina? Los mismos que la de los canjes del 2005 y 2010, como lo planteó el gobierno anterior. Es una oferta generosa. Representa una excelente ganancia para los buitres, considerando el precio ínfimo al cual adquirieron sus títulos y los costos y pérdida de tiempo, que soportó el país, por pleitear con los buitres. Cuanto mayor sea el desvío de la próxima oferta del Gobierno respecto de ese límite, peor será la calificación que merecerán los actuales negociadores, en términos de la defensa del desarrollo, los derechos y la soberanía de la Argentina. El contenido del acuerdo revelará la inspiración del actual gobierno respecto de la autonomía de la política económica y la soberanía.
El Gobierno no debe hacerse ilusiones de que un acuerdo satisfactorio es posible por la «razonabilidad» de los buitres. El rechazo de estos al necesario carácter público de las negociaciones, es un primer ejemplo. Para defender con eficacia el derecho y los intereses del país, es indispensable que el Gobierno asuma la posibilidad de que no se alcance un acuerdo razonable y, los buitres, tomen nota que, en definitiva, no cobrarían nunca.
La negociación con los buitres es un primer paso en la definición de la estrategia de financiamiento internacional. Está planteada, al mismo tiempo, la alternativa de ratificar la soberanía recuperada con la cancelación de la deuda con el FMI o volver a solicitar su asistencia, con las condicionalidades incluidas. Es preciso, por lo tanto, que el Gobierno explicite la totalidad de su política de financiamiento internacional y la procese por las vías institucionales correspondientes.
Durante la «guerra fría», el presidente Kennedy afirmó: «Nunca hay que tener miedo de negociar y nunca hay que negociar con miedo». No hay razón alguna para que los negociadores del nuevo Gobierno actúen con «miedo». Es decir, que supongan que el arreglo con los buitres es una cuestión de «vida o muerte». Existe un nivel de deuda externa pública y privada entre los más bajos del mundo y los bancos están rentables, con carteras sólidas, fondeados en pesos, sin burbujas especulativas ni descalce de monedas.
Podríamos estar más fuertes, si conserváramos el «superávit gemelo» en el presupuesto y el balance de pagos y aumentaran la reservas internacionales. De todos modos, el país conserva la fortaleza suficiente para negociar sin miedo ni urgencias.
Fuente: De la Redacción de Diario Registrado / Miércoles 9 de Marzo de 2016
http://www.diarioregistrado.com/economia/fondos-buitre–el-ultimo-articulo-de-aldo-ferrer_a56e00466f869e069753d9df9
NOTAS
(1) Energía Argentina SA empresa destinada a estudiar, explorar y estudiar los recursos de hidrocarburos, como también su transporte, distribución, comercialización e industrialización. El Estado nacional
(2) Grupo conformado en 2000 para enfrentar la crisis económica que estalló en diciembre de 2001 en la Argentina. El Grupo Fenix ha convocado a docentes e investigadores, muchos de ellos vinculados a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Centraron su análisis y sus propuestas desde un punto de vista crítico con el Consenso de Washington que estableció recetas neoliberales para América Latina. Junto a Aldo Ferrer también participaron, Eduardo Basualdo, Enrique Arceo, Daniel Aspiazu, Ricardo Aronskind, Mario Rapoport, Jorge Gaggero , Abraham Leonardo Gak, Jorge Kats, Javier Lindenboim, Mercedes Marcó del Pont, Arturo O’Connel, Héctor Valle, Oscar Oszlak entre otros.
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